El redireccionamiento es una herramienta indispensable para los webmasters. En concreto, se trata de una acción destinada a enviar a un usuario visitante de una URL a otra URL diferente de la que ha solicitado. Eso puede hacerse por diversos motivos legítimos, pero también por motivos fraudulentos. Pero tranquilo, pues Google sabe diferenciar entre ambos tipos de redirecciones web. Veamos una explicación más detallada.
En qué consiste hacer una redirección
Imagínate que quieres entrar en una página web concreta. Abres tu navegador, introduces la URL de la web en la barra de navegación y clicar en enter. Automáticamente el navegador te redirige a otra URL diferente y con un contenido quizás diferente. Has experimentado una redirección. Una que ha sido desarrollada por el propietario de la propia página web a la que querías dirigirse en un primer momento. Lo más habitual, si es una página de confianza, es que lo haya hecho por buenas razones. Continuemos.
Importancia
Para los propietarios de los sitios web, las redirecciones son fundamentales, tal como explicamos antes. Y es así porque, de lo contrario, los usuarios que intentan acceder a ciertas páginas de sus sitios se toparían con contenidos inadecuados o con errores de carga porque ya no hay nada ahí. Eso generaría una sensación de rechazo en esos mismos usuarios.
Cuándo usar redirecciones en tu web
Como ya hemos explicado antes, existen muchos motivos legítimos para implementar las redirecciones más comúnes en el sitio web. Haber movido la URL de una página web, haber eliminado una página, haber hecho cambios en la estructura del sitio web, haber movido la web de dominio, haber fusionado dos webs o hacer migrado de HTTP a HTTPS. En estos casos es cuando utilizar las redirecciones no solo está considerado legítimo, sino que es imprescindible para mantener la confianza del usuario.
Redirecciones más comunes
Las redirecciones son movimientos informáticos relativamente complejos y requieren cierto conocimiento y habilidad. No obstante quienes tienen un sitio web creado con CMS como WordPress, Joomla, PrestaShop o Shopify pueden hacer uso de plugins destinados precisamente a las redirecciones. Son aplicaciones mucho más intuitivas de lo que imaginas. En cualquier caso, es necesario conocer las redirecciones más comunes.
HTTP
Esta redirección tiene lugar cuando hemos migrado de HTTP, un protocolo no protegido, a HTTPs, uno que sí está protegido. Entre los motivos para hacerlo está el hecho de que Google recompensa esta migración en términos de posicionamiento. Con la redirección, el visitante de tu web será redirigido de la URL original de protocolo HTTP a otra URL con el mismo contenido pero protocolo HTTPs.
301
Las redirecciones 301 son una de las redirecciones más comunes que existen y puede implementarse de un modo muy diverso. En todos los casos, sin embargo, sirve para hacer un cambio permanente en la ubicación de una página web a otra. Eso significa que la redirección se mantendrá a lo largo del tiempo.
302
Por el contrario, las redirecciones web 302 tienen un carácter temporal e informan a los usuarios de que la página web que buscan ha sido trasladada a otra página de momento. Suele emplearse cuando se requieren tareas de mantenimiento o modificación en la página original.
Otras redirecciones
Además de las ya indicadas, las más importantes y habituales de todas, existen otros tipos de redirecciones web como la redirección 303, la redirección 307 o la redirección 308. Dicho esto, cuidado con convertir una página web en un laberinto de redirecciones. Quien implemente esta solución debe tener mirada estratégica para mantener optimizado el sitio.